domingo, 19 de mayo de 2019

RENDICIÓN DEL HÉROE


Los artículos, los ensayos y las notas reunidos en este volumen presentan las figuras del poeta romántico, del artista moderno y del intelectual crítico, en el marco de las diferentes instituciones de la sociedad burguesa.
La primera parte incluye una galería de retratos relacionados con el poeta romántico, que van de Coleridge y Lord Byron, a Rubén Darío y John Reed, pasando por Baudelaire y Nietzsche, héroes con destino según los presupuestos del idealismo trascendental. La segunda parte agrupa una serie de apreciaciones literarias referidas a poetas y ensayistas hispánicos del siglo XX, con preferencia de aquellos que practicaron la escritura fragmentada, estereoscópica, aforística.
Según José Manuel Lucía Megías, que firma el prólogo: “Rendición del héroe. Del poeta romántico al hombre imaginativo, de Manuel Neila, es un libro necesario, un libro iluminador, un libro escrito con la maestría de quien lleva años destilando palabras, pensamientos y aforismos. Un estudio escrito y difundido a lo largo de los años en diferentes revistas, y que ahora, en forma de libro, se ilumina, muestra la senda clara que el autor ha ido transitando en todo este tiempo”.

domingo, 5 de mayo de 2019

ELOGIO Y REFUTACIÓN DEL JUEGO


Contra la usura anonadante del tiempo, el derroche del juego.

La seducción y el poder: he ahí el tinglado de la antigua farsa.

El poeta continúa a su manera ese juego de la naturaleza del que es, como el pájaro o la piedra, una de sus realizaciones.

La poesía, que es juego a vida o muerte, jamais n’abolira le hasard.

Nada aburre tanto como la diversión. Por eso aburren, ¡y de qué modo!, los escritores empeñados en parecer divertidos.

Para instinto lúdico, el de los pájaros.
 
(El caminante y su sombra).
—Ser o no ser: esa es la cuestión.
—Ser y no ser: asunto peliagudo.

El hombre ha pasado por ser sapiens, faber, ludens… Digamos paradójico y lo habremos dicho todo.

(Filosofía del arquero). ¿Errar el tiro? ¡Claro! A ser posible, por elevación

El escepticismo hedonista de las élites ya tiene su contrapartida: el desasosiego lúdico-festivo de los ilotas.